29 ene 2008

I
Leo las andanzas de Geoffrey Firmin, en 1938, en México sobre el Día de los Muertos. Geoff desciende cada vez más hacia las puertas de su infierno. Yvonne volvió pero ya nada puede volver atrás; el alcohol continúa forzando el descenso del cónsul británico, que escribe largas cartas ficticias a Yvonne, cartas que nunca serán entregadas, cartas que él mismo sabe que quemará después de terminar de tomar estricnina o mezcal o tequila. Y al poner punto final: fuego. Las páginas de Bajo el volcán, de Malcolm Lowry, logran lo que obviamente logran las enormísimas y eternas novelas, el traspaso del flujo de sentimiento, el pegote o acercamiento al personaje, claro que todo par desconcertar y arremeter contra nuestra cotidianidad. Cenar con Familia, pensar en Geoffrey. Trabajar colocando una jaula de aluminio pesada y reluciente sobre una Toyota 4x4 elegante y pensar en cómo sería Yvonne. Pensar en las virtudes y defectos y puntos oscuros y no tan oscuros -pero nunca brillantes- del periodismo y acercarse a Hugh, hermanastro del cónsul.


II
El cyber está oscuro y con las cortinas cerradas; afuera hacen 32 grados y la playa está llena; en Rada Tilly pocos son los días de playa y este verano ha sido la excepción, ya que hace varios días que no corre el viento infernal lugareño y todos están conmovidos por este extraño y novísimo suceso oculto que se arrima al terreno patagónico. Claro que en el cyber estoy solo. Por suerte dejan que fume cigarros. El dueño, o el que está a cargo, escucha una cumbia que dice: cómo es que matan, a una niña tan pequeña, sólo tenía doce años, toda una vida por vivir. Ya la había escuchado, pero ahora presté atención a lo que decía, ya no recuerdo pero una parte también dice Tirada, violada[...] por qué, ¿quién fue?, todo a ritmo de cumbia. No entendí mucho y me cayó una ficha: en cuanto a lo nacional actual apenas conozco algunas bandas de rock under pero no sé qué se está haciendo a todo nivel. y de curioso nomás, no para escuchar. Cómo se llaman, che, le pregunté recién al del cyber, que lo tengo atras. (Esta ventanita de blog está minimizada, bien chiquita, porque sé que está aburrido y no quiero que me espíe. Encima justo ahora que estoy escribiendo sobre su cumbia y un poco sobre él.) Agrupación Marilyn, me dijo. Ah, le dije, y sigo aquí. El sol recién se oculta a las 11 de la noche. Los días son largos; ayer cené a las dos de la mañana.


III
El soundtrack de mis días quizá posee curvas, pienso. Ahí se cruzan Carlos Carabajal con el último Indio Solari; todo Dylan con un poco de Air y Lali Puna y Wilco y Elliott Smith y Atahualpa; también están Marvin Gaye, PJ Harvey y Elvis Presley. Aunque lo que más suena es Dylan, como para sentir cada vez más cerca el encuentro. Bello marzo cobijará corazones libres y sedientos de voz carrasposa de El Viejo.