8 may 2008

Artillería nostálgica

Nos lanzamos siempre hacia lo prohibido y deseamos lo que se nos niega;
así acecha el enfermo las agua prohibidas.

Ovidio



Es muy triste. Realmente, es muy triste. Porque sí, porque no hay nada, después de esta vida no hay nada; este es el único mundo posible y la única vida posible. ¿Y qué pasa? Bueno, pasa que se murió el abuelo de Agustina, y Bruno está metido en el sitio personal de la prima de su novia Agustina, Camila, quien puso una foto de ella con otra sonriente del respectivo difunto. ¿Y qué dicen los comentarios de amigos, familiares, etc. en la foto? Que se lo va a extrañar, sí mucho. Pero también hay muchos ya lo vas a ver de nuevo. Y no. Quiero abofetearlos y decirles que no, que ya está. Que no lo van a ver nunca más. Que vivió 84 años y estuvo gran parte de su vida con ustedes. (Para decir esto consulté todo con Bruno, claro, no me gusta inventar edades; necesito saber siempre, pero siempre, la edad exacta del hombre cuando muere.) Que vivió siempre con las hijas, nietas. ¿Qué más quieren? A veces la humanidad es egoísta. Los humanos quieren ser inmortales. Y yo aún no puedo entender por qué, por qué quieren ser eternos, no envejecer, no sufrir. Y me aterra.

Yo, hoy, tía Patricia, me acordé de vos. (Bueno, qué hago, ¿para qué hablarle a ella si no está? Las contradicciones reinan.) Hoy me acordé de mi tía Patricia. Conjeturé qué pasaría si estaría viva, y claro, me dije, vendría a visitarme. Me ordenaría la casa, me limpiaría los pisos, me llevaría a cenar o vendría a visitarme y ya, siempre con sus dientes al aire, rebasando de sonrisas. Y me haría mimos, porque ella fue el único familiar con el que trascendí el llevarme bien, y también tuve piel, esa química donde podes abrazar a alguien como una tía y darle un fuerte beso en la mejilla o en la frente. Me acordé y bueno, no todos tienen un familiar cerca, dije, total ella ya no está y yo sí que tengo un buen recuerdo de ella.

Llamé a mi mamá en un acto reflejo, recién. La necesidad de pensar en Patricia mientras hablo con alguien cercano a ella, su hermana en el caso de mamá. Atendió. Le pregunté qué hacía. Tomaba mates con Jenny y, seguramente, hablaban de mí, de Bruno, de los hijos, de los hijos que son amigos y sí, hablaban de mí y de Bruno como absolutamente todas las tardes. Mientras mamá escuchaba mis habladurías sobre Patricia y las teorías sobre qué cosas estarían pasando si estuviera viva (encima es su hermana, ahora, que lo pienso, no estuve bien en hacerlo, pero pensaba eso y me lancé sin más que artillería nostálgica sobre el caso), escuché la voz de Jenny por detrás: “Preguntale si está Bruno con él, no te olvides”. ¿Está Bruno con vos?, me preguntó mamá, en un acto acelerado como para complacer rápidamente a su amiga-hermana. No, estoy solo, mamá, le dije. Bruno no está con Emilio, Jenny, le dijo en voz alta. Le hablé de su relación con Jenny y de que el día que ella muera va a ser una pérdida grande y feroz. Metí la pata nuevamente y ella se calló. Le hablé a mamá de ir yo al psicólogo y le dije que odiaría pagarle a un psicólogo porque después de hablar solo, una hora, de mis estúpidos miedos, el psicólogo diría “terminó la sesión” y a continuación me pediría el dinero y no, le dije, no podría hablar y hablar y después desembolsillar. Que no podía tolerar, le dije, una sesión psicológica como mercancía. Está bien, Emi, pero no tenés que pensar en eso, es lo de menos, me dijo mamá, en una respuesta que yo adivinaba con gran facilidad. Después le corté bastante feliz y le dije que la quería y que perdón por estar medio exaltado el día de hoy. Me devolvió los cariños y volví al a pieza; busqué en la biblioteca poemas de batalla, encontré a González Tuñón y me tiré a leerlo. Y releí una vez más este capricho de Juancito Caminador: Subiré al cielo / le pondré gatillo a la luna / y desde arriba fusilaré al mundo / suavemente / para que esto cambie de una vez.

¡Cómo me gusta tu versión de Stuck Inside Of Mobile With The Memphis Blues Again, Chan Marshall!

Si lo que querías era ganarte a Bob,
bueno, Chan, yo creo que ya lo lograste...
(aunque el plus de Song To Bobby también te dió créditos, lo sabemos).