18 feb 2009

Tu forma de actuar

Moldear tu propio paso
para así convertirlo en...
En...
Desgracias. Sentimientos desfigurados
que rodean tu corazoncito de leche.
Tibio tibio tibio.
Ese es tu paso. Es claro que si no estás,
todo se desmorona.
Paradoja del desencuentro, ésta, amor,
que nos arroja y libera.

15 feb 2009

Qué fácil que es dudar y envolverse en la confusión, así quemar el tiempo, desgastarlo y transformarlo en pasado. Qué es lo que queda, no sabemos. Un amigo escribió: “Madurar es disecar la lagrima atragantada” y le doy la razón. Confundirse para evadirse, confundirse para no ir a los bifes. Pareciera a propósito. En la jerga amiguera, nuestra, la palabra, exaltada y potenciada hacia el absurdo, es “comerla”. En busca de comerla, de morfarla. ¿La estás comiendo?, sí, claro, contestamos. Así al unísono. Los perros se manejan así. Este intento de poema es para nosotros. Ya es siempre lo mismo. Releerlo es caer en la triste cuenta del procedimiento de la no-creación. O quizá no. Quizá uno elige, aunque no siempre se sienta figurado, ese camino distorsionado, y así hasta la muerte. Y así hasta vivir. Y así para siempre.


Los cachorros


Entonces enfadados:

la pesadumbre conmueve,

expulsa.


Entonces:

¡qué del asado!

¡qué del tiempo perdido!


¿perdido?


¿aniquilado?


Gastado…


Ráfagas patagónicas

que golpean por dentro y por fuera

el material

el corazón


Vientos crueles…


Traigan certezas

de que la vida...

De que en la vida hay sorpresas

¡De que algo nuevo refleja!


Pero si con estas manitas, vientos…

Si con estas manitas voy a morir…

Si con estas manitas te abrazaré por siempre hasta el día


¡Ay de mí de vos y de todos!

¡de qué estamos hechos!


No nos pongamos trágicos,

allá está el prado

el animal

–nuestro par–

avizora

Y queda tan calladito…

¡esta es su salvación!


¡Salve, instintos!

¡Celebremos lo salvaje!


En el desierto el débil cobra fuerzas,

aclarece sus ideas,

festeja su cuerpo,

construye lo inalcanzable…

Lo acerca de un tirón

para abrazarlo y concluir:

si hay camino

detrás del arbusto

entonces

correr

(pasos gigantes)

batir al cansancio

escupir al dolor

sangrar de sudor

gritar de amor


¡hasta que el eco

sea escuchado!


¡hasta que la razón

de enferma y astuta

desaparezca en el desierto!


Al momento, entonces

de cocinarnos famélicos

la respuesta

es no

la respuesta

es sí


…unámonos cachorros

que siendo presas devoradas

y no deglutidas

del otro lado

(del precipicio)

hay que continuar