Qué fácil que es dudar y envolverse en la confusión, así quemar el tiempo, desgastarlo y transformarlo en pasado. Qué es lo que queda, no sabemos. Un amigo escribió: “Madurar es disecar la lagrima atragantada” y le doy la razón. Confundirse para evadirse, confundirse para no ir a los bifes. Pareciera a propósito. En la jerga amiguera, nuestra, la palabra, exaltada y potenciada hacia el absurdo, es “comerla”. En busca de comerla, de morfarla. ¿La estás comiendo?, sí, claro, contestamos. Así al unísono. Los perros se manejan así. Este intento de poema es para nosotros. Ya es siempre lo mismo. Releerlo es caer en la triste cuenta del procedimiento de la no-creación. O quizá no. Quizá uno elige, aunque no siempre se sienta figurado, ese camino distorsionado, y así hasta la muerte. Y así hasta vivir. Y así para siempre.
Los cachorros
Entonces enfadados:
la pesadumbre conmueve,
expulsa.
Entonces:
¡qué del asado!
¡qué del tiempo perdido!
¿perdido?
¿aniquilado?
Gastado…
Ráfagas patagónicas
que golpean por dentro y por fuera
el material
el corazón
Vientos crueles…
Traigan certezas
de que la vida...
De que en la vida hay sorpresas
¡De que algo nuevo refleja!
Pero si con estas manitas, vientos…
Si con estas manitas voy a morir…
Si con estas manitas te abrazaré por siempre hasta el día
¡Ay de mí de vos y de todos!
¡de qué estamos hechos!
No nos pongamos trágicos,
allá está el prado
el animal
–nuestro par–
avizora
Y queda tan calladito…
¡esta es su salvación!
¡Salve, instintos!
¡Celebremos lo salvaje!
En el desierto el débil cobra fuerzas,
aclarece sus ideas,
festeja su cuerpo,
construye lo inalcanzable…
Lo acerca de un tirón
para abrazarlo y concluir:
si hay camino
detrás del arbusto
entonces
correr
(pasos gigantes)
batir al cansancio
escupir al dolor
sangrar de sudor
gritar de amor
¡hasta que el eco
sea escuchado!
¡hasta que la razón
de enferma y astuta
desaparezca en el desierto!
Al momento, entonces
de cocinarnos famélicos
la respuesta
es no
la respuesta
es sí
…unámonos cachorros
que siendo presas devoradas
y no deglutidas
del otro lado
(del precipicio)
hay que continuar
7 comentarios:
me rio, por dentro.
contá de qué, marina, mirá que puede ser del blog, del intento de poema, de las lineas antes del poema, del post anterior, de cada letra escrita, del título del blog... la intución de un paranoico moderno está pisoteada y desgastada,
¡entendelo!
saludos
intuición
no, no entiendo nada. co mer la.
dale continuidad, lindo leerte.
besos,
m.
dudas, es cierto, ayudan a que no haga nada, a que piense en miles y miles de posibles alternativas de como no comerla. mientras leia, sonreia, incluso rei, la cruda verdad a veces se muestra asi en mi, en forma de risa, de sonrisa, como le cuesta al perro "ir a los bifes"
Los bifes están al caer
Para darlos vuelta y cocinarlos por el nuevo costado
???????
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