25 oct 2007

Jueves

Cuando hoy tocaron el timbre de la puerta de mi psicólogo, yo sabía que era ella. Ella, que cae siempre con su morral desvencijado, sus topper antiquísimas y su pelo amarillo y tan largo. Y también sabía que era la hora en que yo debía retirarme. Como siempre: salgo yo y entra ella. El cruce, el choque, las preguntas internas, las dudas inciertas y la mirada cansada de un charlatán agotado hacia ella son las cotidianidades de los jueves por la mañana.
Yo avistaba los íconos del escritorio de la PC del psicólogo desde la silla cuando me encontré con el iconito de formato Acrobat Reader que anunciaba: «Llamádas telefónicas.pdf» Es el libro de cuentos, qué loco, me dije, así es que accedí y charlamos de Roberto Bolaño y de su narración extraordinaria y de sus libros y le dije que no era una idea muy genial leer desde la PC -o que por lo menos, yo, lo destestaba. Sí, Mastronardi, es verdad, ya lo tendría que comprar, para mí también es muy incómodo, me dijo, y arrancó con una pregunta puntual para dar inicio a la sesión.
Cuando ya volvía en colectivo, en un semaforo vi por la ventana a una chica de atuendo McDonald's que cruzaba la calle; era muy bonita y llevaba dos libros apretados en su pecho con las dos manos. Tenía cara de asustada y a la vez apurada; me puse algo así como mal cuando vi que los bordados de los bolsillos de atrás de sus jeans portaban la empalagosa M, una a cada lado, dos emes grandotas y vistosas que no hacían, del mameluco ese, algo sutil y frágil como lo que demostraba, en conjunto, su expresión y su piel.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

ey, mastronardi: ¿usted no se desilusiona demasiado rápido?

Mastronardi dijo...

Luz:

usted, me parece, relaciona que el "me puse algo así como mal" tiene que ver con una cierta desilusión. Pero no. Solamente es algo así como mal. Saludos.

Anónimo dijo...

Mary Poppins dijo
Tambien me gusto la sencillez de este relato, gracias de nuevo

Estrella dijo...

¡Muy buen post! Me gustan tanto estas observaciones cotidianas...